25 de diciembre de 2024

“He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra.”
Qué hermosa profecía y proclamación acerca de Jesús, el Mesías venidero, que ocurrirá durante su reinado milenario. Aquí se enfatiza su reinado a través del linaje de David. Él gobernará con sabiduría. Él no gobernará corruptamente como lo habían hecho muchos de sus predecesores, sino que gobernará correcta y equitativamente y ejemplificará la perfección en cada aspecto de su gobierno y reinado. Piensa en el gozo que resultará de vivir bajo un Rey que reina de esta manera. Aunque esta profecía se aplica principalmente a Israel en los últimos días, cuando el reino dividido de Judá e Israel volverá a unirse como una nación que será gobernada por el Rey Jesús, tiene una aplicación espiritual para nosotros hoy. Esto se encuentra principalmente en la frase “Jehová, justicia nuestra.”
Una vez que ponemos nuestra fe y confianza en Jesús, se nos imputa su justicia. Aunque nuestra propia justicia es como trapo de inmundicia, la justicia que nos es imputada es perfecta así como Él es perfecto. Nuestra propia pecaminosidad es reemplazada por la perfección sin pecado de Jesús. ¡Esto debería traernos una alegría tremenda, que debería crear dentro de nosotros un corazón lleno de acción de gracias, y luego debería llevarnos a una vida de agradecimiento! ¿Posee usted este tipo de GOZO que proviene de CONOCER a Jesús? ¿Está tu corazón lleno de DAR GRACIAS y el VIVIR AGRADECIDO es un efecto resultante? Sólo CONOCER a Jesús puede darte este tipo de vida gozosa. Agradécele ahora, si estás experimentando este tipo de vida. Si nunca has puesto tu fe y confianza en Jesús, pídele que te salve ahora, y Él lo hará. ¡Entonces este tipo de vida puede ser tuya!
Oración: “Señor, gracias por la obra de Cristo en la cruz. Convénceme de mi pecado y atráeme hacia ti diariamente.”